ALLÍ DONDE NACIÓ GENARA, EL PERSONAJE DE MIS NOVELAS QUE CAUTIVA A TANTAS LECTORAS Y LECTORES

 

 

 

 

 

Estoy de nuevo viajando por Portugal. Concretamente Sintra, Cascais, Oeiras y Lisboa. La última vez fue en 2015, en pleno proceso de construcción de mi primera novela, He prolongado el eco. Como muchas y muchos sabéis es una historia basada en algunos hechos reales relacionados con mis antepasados. También con mucha, mucha ficción.

En aquel viaje escribí algunos de los capítulos más importantes y significativos para mí, lo hice a mano y en una libreta porque me negué a cargar con el ordenador para viajar. Y lo que ocurre, estas cosas pasan, te vienen las ganas de escribir, de relatar, de contar, y si no tienes un buen bolígrafo y un cuaderno como mínimo a los que echar mano, te puede dar un "parraque" (me gusta esta palabra, es muy gráfica) porque lo que quieres es escribir y que no se te olviden las ideas, a mí al menos me pasa. El móvil está bien, pero hacer borrones y tachar me encanta, qué placer.

Pues bien, estábamos en un lugar al que habíamos ido a tomar café por recomendación de un artículo que leí en un periódico, llamado @PensãoAmor en Lisboa. Fuimos allí porque me sedujo bastante la descripción y la historia del lugar (el poder de la palabra bien llevada): un antiguo prostíbulo donde, al parecer, los marineros acudían en su tiempo libre. Posteriormente los estudiantes, que iban al local a tomar sus copas por ser más económicas. Allí surgió, parí, a mi querida Genara (con G), el personaje de ficción más querido por mis lectoras y lectores, el más entrañable. Prostituta, sí, también sensata, vital, mujer de bandera y símbolo de una de las dos Españas cuando comenzó la Guerra Civil, la que se quedó más "jodida" (la palabra me viene al pelo).

Hoy estoy aquí de nuevo, con la primera parte en mis manos (He prolongado el eco) y con la segunda (Perfil del barro), siete años después. Me emociono y me doy cuenta de la importancia de los gestos (y ni os digo del verbo): alguien que conoce el sitio, alguien que lo recomienda en un artículo, alguien que se siente atraída por sus palabras y lo visita, se inspira, construye..., y hay un montón de personas que, sin saberlo, están implicadas en la creación de un personaje, mi Genara, y, posiblemente, nunca lleguen a conocer esta circunstancia. A veces quisiera ponerme un cartel cuando viajo por sitios que me han inspirado historias o personajes y decirles: "Usted, o tú, fue/fuiste parte del proceso".

Cómo es la vida, ¿no? Muchas veces no somos conscientes (los lectores y lectoras), pero cuánto elemento oculto, misterioso, anónimo, hay detrás de la creación literaria y no literaria. Marisi.