V CERTAMEN POÉTICO "MARGARITA PERUJO NEBRO"

El viernes, 18 de enero, a las 20 h., se celebró en Cuevas del Becerro el acto de entrega de premios de dicho certamen, en La Casa del Pueblo. En él, como cada año, se homenajeó a nuestra querida Margarita como ella merecía: con poesía, música, cariño y mucho arte.

Tanto el acto como el certamen estuvieron organizados por el grupo de "Poetas Cueveños" y la Concejalía de Educación, Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Cuevas del Becerro (a cargo de Isabel Teresa Rosado Esquina). 

El jurado estuvo compuesto por Loli Nieblas, Adela Perujo, Lorena Nieblas, Antonio López y Marisi Morales. Tuve el honor de presentar el acto este año.

La concejala introdujo el evento agradeciendo a todos/as los/as poetas su participación y dedicándoles unas bellas palabras a  Margarita. 

A continuación se le dio la palabra a Antonio López, del grupo "Poetas Cueveños", quien agradeció la participación y nuestra presencia en el acto e hizo hincapié, con mucho criterio desde mi punto de vista, en lo difícil que es elegir a unos ganadores de un certamen poético por la inevitable carga de subjetividad, y carga emocional, por qué no decirlo, que conlleva la elección de unos poemas frente a otros. 

Después de dedicarle una palabras a Marga y darles mi más sincera enhorabuena a los ganadores, hablé de lo que para mí es la poesía y posteriormente leí el poema que le había escrito a Marga.

Procedimos a la entrega de premios. Acompañados de la inestimable colaboración de Alberto Bermúdez, que nos deleitó con el saxo tanto en la apertura y cierre como tras la lectura de cada texto.

Adela Perujo y Antonio López, como en otros certámenes, también le habían escrito unos versos a la homenajeada; versos que leyeron, llenos de emoción, ante el público.

Se invitó a los ganadores a leer sus poemas y a dirigir unas palabras a los asistentes, y eso hicieron. Se invitó a los participantes a hacer lo mismo y ello contribuyó a que la noche se tornara una velada poética inigualable en la que el recitado de poemas confirmó la calidad de lo que ya sabíamos. Algunos autores que no pudieron asistir al acto pidieron previamente que se leyeran sus textos. No pudieron leerse los poemas de algunos escritores no presentes dado que no contábamos con su autorización.

De izquierda a derecha. Atrás nuestro saxofonista, Alberto Bermúdez. Alcalde de Cuevas del Becerro, Cristóbal González Rosado. Pedro Perujo (padre de Marga), Marisi Morales, Virginia García Jaén (accésit local), Miguel Ruiz Trigueros (primer premio), Antonio Vallecillos, Loli Nieblas, Antonio López, Adela Perujo, Isabel Teresa Rosado (concejala de Educación, Cultura y Patrimonio), María Nebro (madre de Marga).

Enhorabuena a los ganadores y a todos los participantes por la calidad de sus poemas y la altura humana que se trasluce de ellos:

El primer premio fue concedido al poema titulado "Acaso sea verdad" de Miguel Ruiz Trigueros.

El segundo premio al poema titulado "Elegía a la recién nacida" de Daniel Morales Perea.

Por último, el accésit local fue concedido al poema titulado "Otoño" escrito por Virginia García Jaén, nieta de "Mariquita La Ligera".

POEMAS DE CREACIÓN PROPIA LEÍDOS POR ALGUNOS MIEMBROS DEL JURADO

A Marga 

(de Adela Perujo)

No creo que fuese casualidad

que te tocase partir con la luz más bella del año

tras esos paisajes anaranjados que invitan al arte.

No creo que fuese casualidad

que en estas fechas, cuando a cada paso se respira poesía

tú tuvieras que dejarnos:

como un verso que toca el alma al escaparse de los labios.

Como una metáfora perfecta.

Como un lienzo recién acabado.

No creo que fuese casualidad

que te marchases envuelta en este aroma de octubre

que se describe sin dificultad en los cuadernos de notas.

Tu partida tenía que ser en otoño

y, lo harías dulcemente,

como una partitura inacabada

que guarda la esencia de toda la potencia de sus notas

sin un final trágico... una melodía que permanece en quien la escucha.

Por eso, no es difícil recordarte bajo la desnudez de los árboles

cuando el viento acaricia mis mejillas,

aunque haya pasado más de una década.

Octubre y tú

ya teníais hecho un pacto para quedarte siempre en el mes de las musas

como si el tiempo nunca hubiese pasado.

Margarita, flor siempre cercana 

(de Antonio López)

Margarita, flor siempre cercana.

Blancos pétalos que palpitan

en los jardines de la eternidad y los recuerdos.

En jardines donde no hay olvido

sino vida, amor y sueños.

Haz de luz que sobre el brote verde

el rocío de la mañana derrama.

Pasos jóvenes

que en clave de sol

por la calle desfilaba

con su saxofón mágico y áureo.

Tuya fue la música, 

tuyo fue también el canto.

tuya fue la poesía,

o tú fuiste de ella.

Y entre ambas

un libro nos dejasteis

escrito sobre la piel de las cerezas.

Nada acaba

ni nada comienza

cuando se escriba con versos

todo es para siempre

Versos de insomnio en el techo

(El octavo)

(de Marisi Morales)

Bastaba tu mirada para que la poesía

traspasara los muros de la indiferencia.

Una palabra… y la vida se convertía en vertiginosa silueta.

Había en tu persona un aire de gentil nobleza.

Te recuerdo vestida de algas de mar y cubierta de corales la cabeza.

Rodeada de artilugios de atrezo,

partituras musicales

y cuadernillos donde siempre tenía cabida un verso.

Sobre la tierra,

unos pies bien seguros

luchando contra rebeldes adoquines

que no soportaban

la arquitectura estética de tus tacones.

A veces, vestida de dama de noche,

esperabas el tapujo de las estrellas.

Ni el náufrago más feliz del mundo pudo resistirse a tu belleza.

No fue un grifo mal cerrado el causante del naufragio,

eras tú:

anegabas con ritmo nuestros días

e inundabas nuestras noches de luceros y planetas.

A tu alrededor, peces de rima querubín

podían volar, o nadar,

dependiendo de nuestra gravedad sobre la tierra.

El techo de la habitación acabó tintado de poemas

y el insomnio ya no era un borrón de trazo incontrolado,

sino verso nocturno dibujado en su seno:

quedó el misógino señalado,

y un claro

 “Sí quiero que cuentes los lunares de mi cuerpo

pero no te equivoques, no tengo dueño”

o un

 “Cambiaría un año de sonrisas fingidas

por veinte minutos de franqueza”,

porque…

 “Lo que no puedo decirte,

te lo escribo

y paro el tiempo

cuando puedo,

cuando quiero”

por eso…

“Píntame, padre, un cuento de hadas en la mejilla

mientras te lleno los dedos

con besos de mariposa”,

“Guárdame, madre, tu cauce repleto

y el cálido beso de tus  labios

por si algún día  vuelvo”