PRESENTACIÓN DEL V CERTAMEN DE POESÍA "MARGARITA PERUJO NEBRO"



PRESENTACIÓN V CERTAMEN LITERARIO MARGARITA PERUJO NEBRO





Por un lado y en primer lugar, quise hacer saber la inmensa ilusión que me hizo que me pidieran estar allí y pertenecer al jurado. Fue muy importante para mí en muchos sentidos, pero sobre todo por el recuerdo tan entrañable, muy intenso, que tengo de los años de amistad que compartí con Marga.
Referí cómo la conocí, cómo conectamos y nos hicimos amigas rápidamente y cómo su inagotable torrente de energía, su fuerza y la pasión que le ponía a todo acabó contagiádome. Estar a su lado es lo que todos queríamos.
Como curiosidad conté que gracias a ella perdí el miedo a mostrar lo que escribo. Me dio la valentía y el empuje necesario, entre otras cosas, cuando me sorprendió pidiéndome que escribiera el prólogo a su libro de poesía (lo he referido en diversas ocasiones, cada vez que presento un libro o tengo un acto relacionado con la literatura). 
No era yo la única persona en aquella sala en cuyas entrañas buceó Marga para sacar lo que llevábamos dentro, nuestro amigo y acompañante al saxo, Alberto Bermúdez, también retomó su afición gracias a ella.
Siempre me he preguntado qué es lo que hace a una persona grande y la respuesta se repite una y otra vez. Una persona es grande no solo por lo que nos enseña y la energía que trasmite y contagia en el día a día sino porque incluso años después es tal la huella que nos dejó que nuestras vidas están llenas de ella: música, poesía, teatro, humor, humanidad, alegría, amor..
Por otro lado, añadí lo que entiendo por poesía. Y lo hice atendiendo a tres aspectos para mí fundamentales:
1) Como dijo alguien muy cercano a mí (mi hermano Antonio), no es el poeta una persona distinta a los demás, todos podemos albergar los mismos sentimientos ante el dolor, la muerte, el amor, la naturaleza, la existencia… pero qué difícil es a veces llevarlos al nivel de las palabras, a su esencia expresada a través del verso.
2) Dice Elvira Sastre (una joven poeta segoviana de 27 años) en su poema La isla  que “No vuela quien tiene alas sino quien posee el cielo” (de su libro La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida). Un poeta no necesita las alas físicas para volar.
3) En el mismo libro, en su prólogo, escrito por Joan Margarit, leí algo así como que un poeta, cuando comienza, es siempre una incógnita. Si empieza mal puede ser que después de un año experimentando un camino rotundo, brutal a veces, comience una singladura de gran poeta. Si empieza bien, quién sabe qué turbulencias le esperan. Y añadía estas palabras que transcribo textualmente y que comprendí al momento:

    “La relación de la poesía con la vida es tan intensa, para bien o para mal, que nunca bastará con la imprescindible condición de llegar al mundo con el pan de la inspiración debajo del brazo”.
Joan Margarit


Para mí, la poesía es eso exactamente. Es la relación que uno mantiene con la vida y no basta con que nazcas con habilidad lírica o que seas un genio creador para que esta fluya y se convierta en la maravillosa extensión de nuestra piel, de nuestras manos y dedos, después de que las ideas hayan llegado a nuestra cabeza y recorrido nuestra sangre haciendo que el corazón palpite con más fuerza de lo común para convertirse en verso. Hay que alimentarla y mantenerla, darle un espacio en el papel en blanco, cultivarla y trabajarla, acompañarla, seguirla adonde quiera que vaya, adonde quiera que esté y domarla también para que nos siga, para que no nos abandone.


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